sábado, 12 de junio de 2010

BEATIFUL LOOSER

A propósito de una canción desconocida, de un cantante desconocido, cuyo título y tonada me han hecho pensar que también la perfección puede ser imperfecta (y quizá esto debí saberlo en mi adolescencia, pero las epifanías con retraso no tienen por qué ser malas):

¿Qué si soy una perdedora? Probablemente. No estoy en el lugar en que pensé, hace diez años, que estaría; no he hecho nada bueno por alguien últimamente; sigo siendo la gruñona antisocial de siempre; mi grupo de amigos se ha hecho más pequeño con el paso de los años; no tengo una cuenta en el banco; no he publicado ni un miserable cuento; y a veces, cuando me deprimo, pienso que estoy muy lejos de alcanzar la felicidad. Y esa soy yo. (No voy a hablar de las cosas y las personas buenas que me rodean, porque este escrito no se trata de eso; sino de descubrir esa parte de mí que quisiera que los demás jamás notaran; de descubrir que dentro de cada uno de nosotros hay tanta miseria a veces que no podemos dejar de admitir que continuar; que no rendirse es ya de por sí, un poderoso milagro; un instinto de supervivencia; un ‘algo’ que no nos permite salir derrotado totalmente).

Algo me dice que hay un perdedor en cada ser humano que le ayuda a no rendirse, a continuar luchando, a no derrumbarse. Es mi tesis, quizá no bien planteada, quizá sin orden lógico, pero confío en que al menos alguien más crea que el caos también puede llegar a ser hermoso.

DE DRAMAS Y MARIPOSAS.

25 de febrero de 2010.

Nunca había sido tan acertado decir que escribo “desde la oscuridad”, en efecto, desde la oscuridad de mi oficina que se ha quedado sin luz.

Dicen que soy una exagerada, que tengo tendencia a la hipocondría; que soy una drama queen; entre otras cosas. Es cierto, todo es cierto. Lo que nadie sabe es que hay otra parte de mí que se niega a expresar lo que siente, que se esconde bajo miles de máscaras creadas a través de los años y que no está dispuesta a hacerse pública.

Creo que prefiero ser como soy a despertar un día y darme cuenta de que no siento nada; a un día descubrir tal alienación en mí que ya nada tenga sentido. Prefiero ser la misma chica pasional que se ve afectada por el vuelo de una mariposa al otro lado del mundo.

NOCTURNO

Cuando la noche cae, mi cuerpo rendido se deshace de su carga; cuelga en un rincón los temores del día; abandona en una silla todo pensamiento, todo enojo, y se pone a pensarte largamente: recorre los neblinosos minutos en que no te tuvo; se guarda las sonrisas que tú le regalaste; va acomodando por colores las miradas que le otorgas y se contagia al fin con la alegría de tu risa.

Cuando la noche cae, mi corazón cansado se va quitando las capas que le sobran; tira en una esquina el ceño fruncido del estrés; bota en la pared los terrores diurnos; tira a la basura la amargura del día, y se pone a cantarte dulcemente: te canta historias de dragones rescatados por princesas; te cuenta melodías que jamás has escuchado; va acomodando por sabores las frases que graba en su memoria y se contagia al final con la luz de tus cabellos.

Cuando la noche cae, todo mi ser marchito se renueva; va colectando en tu cintura el polen que le falta; se va quitando los recuerdos que le sobran y se pone a dibujarte tenuemente: recorre tu piel con el pincel de sus manos; delinea cada recodo de tus sombras; colorea en tu cuerpo con presteza; cuando la noche cae y se apaga la última gota de luz en nuestro mundo, esta mi sombra renaciendo entre tus brazos…

10 de marzo de 2010.

FEBRERO PASÓ

Día frío de febrero, las 11:44 AM, el día anuncia resfriado, o al menos eso es lo que el dolor en el pecho parece indicarme. Hago un paréntesis en mis labores –que aunque se preste a burlas, el día de hoy sí termino algunas cosas pendientes- para escribir un poco. Estos días he estado leyendo en demasía, empiezo a darme cuenta de que en realidad nunca llegaré a leer ni la cuarta parte de los libros que en verdad vale la pena leer. Quizá por eso este año empecé con aquellas obras que han alcanzado nivel de clásicos, o cuyos autores han sido destacados como una influencia realmente importante dentro de lo que se escribe hoy en día; Jane Austen, Truman Capote, Agatha Christie, Charlotte Brönte, y Vargas Llosa por mencionar sólo algunos han dejado mi cerebro rebosante y mi vista más cansada aún en el inicio de este 2010; entre más los leo, más pienso en que quizá, en que definitivamente…

Me detengo un instante, he decido no pensar tanto, dejo congelada la ¿imagen?, la frase en mi cerebro y continúo, divago, pienso en ese cuento que estoy pensando convertir en novela; en esa novela que está estancada, y en ese cuento congelado desde hace año y medio que al fin empieza a cobrar forma, pienso en…

Y de nuevo me detengo, no más pensamientos por hoy. Día frío de febrero, las 11:57 AM, el día anuncia sueño, hastío e irónicamente buen humor. Hay pequeñas partículas de proyectos rebotando contra mi cuerpo; rebotando, rebotando, el dolor en mi pecho aumenta y el no pensar resulta cansado, cansado, rebotan, cansado, me d-e-t-e-n-g-o…

24 de febrero de 2010.

 
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