jueves, 25 de septiembre de 2008
GARCÍA MÁRQUEZ
TENEMOS MIEDO...
Grupo armado asesina a locutor de Tabasco
Grupo armado asesina a locutor de Tabasco
Un grupo armado disparó contra el conductor de un programa de radio en Villahermosa, Tabasco, Alejandro Zenón Fonseca Estrada, quien en las primeras horas de este miércoles falleció. El grupo de personas armadas llegó ante él, junto con su equipo del programa, cuando colocaba mantas que condenaban el delito de secuestro. Alejandro Zenón, de 35 años, era conocido como el "Padrino Fonseca", por su programa que se denominaba "El Padrino".
Cuando colocaba mantas contra el secuestro fue asesinado el locutor
Villahermosa, Tab.- Alejandro Fonseca Estrada, conocido locutor de radio y conductor del programa familiar "El Padrino", fue blanco de un grupo de personas armadas la noche del martes. Le dispararon cuando se aprestaba a colocar una sexta manta contra el secuestro.Los hechos sucedieron, de acuerdo con los reportes oficiales de la Procuraduría de Justicia de Tabasco, al filo de las 21 horas del martes en el cruce de las avenidas Paseo Tabasco y Adolfo Ruiz Cortines, zona exclusiva de Tabasco 2000. El locutor fue llevado aún con vida a un hospital, donde fue intervenido, pero falleció en las primeras horas de este miércoles 24 de septiembre.Alejandro Fonseca Estrada, locutor de la XEA-FM, había iniciado una campaña antisecuestro. Así, con sus colaboradores del programa y de la misma radiodifusora se dieron cita alrededor de las seis de la tarde para colocar mantas en varios puntos de la zona. Entre las mantas que ya habían colocado estaban las que indicaban: "El secuestrador vive hasta que el ciudadano quiere", "No al miedo, al secuestro, a la impunidad, a las mentiras".En ese cruce de las avenidas Paseo Tabasco y Adolfo Ruiz Cortines estaba todo el equipo del locutor, cuando llegó el grupo de personas portando armas gruesas a bordo de una camioneta Patriot, color azul, con placas del estado de Texas -de acuerdo con las versiones de testigos- y fue cuando le dispararon al "Padrino Fonseca", de 35 años de edad."Cerca de las 9 de la noche cuando colocaban la sexta lona con este tipo de mensajes, arribó al lugar una camioneta de lujo al parecer color azul con placas del extranjero, de la cual según declaraciones por parte de uno de los colaborados
que se encontraba en el lugar, descendió un comando armado acercándose hacía el locutor del radio, para después comenzar a forcejear, desconociéndose si la
finalidad era de tratar de levantarlo o intimidarlo por la colocación de las
lonas, cuando de repente sólo se escuchó una fuerte detonación, la cual según
declaraciones hizo blanco en el pecho del locutor quitándole la vida, esto
después de ser canalizado a un hospital privado", fue la versión publicada por
el diario Presente, editado en Villahermosa.El crimen provocó una fuerte movilización de los elementos de seguridad del estado y federales, así como del Ejército, sin embargo, no localizaron a los presuntos responsables. Cabe anotar que en el sitio de los hechos fue encontrada en el piso un cargador para AR-15.
LUNA LLENA XVIII
El frío recorre las fauces de la bestia,
Los recuerdos erizan su pelaje.
Ser sin luz
Ser sin sombra:
Recorre el bosque aullándole a la noche.
¿Qué ha sido de este lobo convertido en hombre,
De este puño de arena vaciado en el desierto?
Juega el aire con su llanto,
Le convierte en luz y frágil sombra,
Transforma sus latidos en polvo de cascadas,
L a noche calma la sed del hombre,
El lobo se aferra a una fragancia,
La luna es testigo del embrujo,
Vivir contigo y ser silencio.
lunes, 15 de septiembre de 2008
OBALDA IV
Cuando Matías despertó había dejado de llover. El sol, oculto durante un año debido a la lluvia que no dejó de caer, iluminaba cada rincón del pueblo de Obalda.
Matías, sorprendido por el silencio de esa mañana, se lavó el rostro e intentó acomodar la necedad de su cabello con poco éxito, mientras pensaba en los árboles que en el patio intentaban superar el ahogo en el que habían permanecido por tanto tiempo.
Encontró a su madre mirando por la ventana, le pareció tan concentrada que no quiso interrumpirla y salió a la calle sin despedirse. Lo recibió una sensación casi olvidada de calor. Pudo notar cómo los charcos formados en las calles empezaban a evaporarse y cómo los animales empezaban a aparecer por doquier luego de que permanecieran ocultos –desaparecidos, según las teorías de otros- durante todo el tiempo en que el cielo descargó su humedad sobre Obalda.
Por todos lados se podía percibir el efecto que la salida del sol provocó en el pueblo. Durante su trayecto, Matías pudo ser testigo de cómo Librada Peralta, la beata del pueblo, convencida de que sus ideas diluvianas eran falsas se lanzaba desnuda a las calles ofreciéndole su cuerpo a todo aquel con el que se topaba. “Ayúdame a perder la castidad, que con rezos no se llega al cielo” le dijo de frente a un Matías que, perturbado por el calor o por la visión de esa mujer de largos cabello y un cuerpo que conservaba el aroma de la juventud, se pasó de largo.
Pudo notar como un aroma distinto se respiraba en el pueblo; Obalda había sido durante un año un lugar triste desde el inicio de lo que muchos habían comenzado a llamar “El diluvio obaldavial”. Las costumbres se habían modificado a consecuencia del capricho de la naturaleza; hubo que abandonar las festividades; cambiar el estilo de vida; adaptarse a la humedad antes de que esta terminara por consumir todo con su lento pero imparable espíritu devorador; por eso no le sorprendió ver a las mujeres barriendo los patios con una imperturbable sonrisa ni escuchar cómo los hombres que se dirigían a sus labores entonaban canciones mientras el vapor que emanaba la tierra los iba cubriendo lentamente.
Matías pensó en Rufina, en su boca llena de promesas y placeres nocturnos, por alguna razón pensaba que si ella se había ido poco antes de la lluvia irremediablemente regresaría con el cese de esta; sin embargo al pasar por su casa pudo ver las destartaladas ventanas y el ya derrumbado techo acompañados de la soledad de siempre.
“Se fue con el viento, entonces vendrá con él” pensó intentando consolarse…
lunes, 8 de septiembre de 2008
CADA VEZ QUE ME AMAS
"Cada vez que me amas se desvanece el miedo y la coraza que era hielo desaparece entre tu cuerpo..."
Tu sed transubstancia mi sudor
en vino que bebemos en cada beso
Tus pies no se hunden
en los lagos de mis lágrimas.
Tu saliva siembra la luz
en la noche de mis ojos.
Tu voz resucita mis músculos dormidos
mis latidos sepultados.
Tus manos, cuando me tocan, curan
mis heridas más invisibles.
Tu hambre fecunda peces
que se multiplican como deseos de humedad
en el múltiple pan de mi cuerpo.
Cada vez que me amas,
es un milagro.
domingo, 7 de septiembre de 2008
MONÓLOGO
Circunscribirnos a las reglas. Dejar de lado nuestra propia esencia. Cubrir el pudor, ocultar el odio y nuestros miedos. Teñirnos la piel con el mismo tinte que otras pieles.
¿Por qué no dejarnos arrastrar por nuestros actos, por qué no deshacernos del hábito falso que nos cubre?
Hay que brotar del silencio. Dejar que nuestras manos labren el paso de los días; abandonarnos a la soledad de este camino; sobrevivir porque sabemos que se puede.
Propongo evitar las palabras ajenas; alejarnos de las recomendaciones de las buenas conciencias. Cerrar los ojos ante los ejemplos; andar como ciegos por la vida, dejándonos guiar por nuestra fe.
Que se imponga nuestra voluntad, pero sólo y tan sólo en nuestros actos. Sugiero que cada hombre levante un muro que lo separe de los otros; un muro infranqueable en el que cada día él solo habite, disponiendo y eligiendo por sí mismo, acabando, inacabando, construyendo, destruyendo, siendo dueño absoluto de esa pared, lejano al decir y al pensar de los demás. Propongo que ese muro infranqueable se convierta en el puente de unión entre los hombres, pues sólo habitando consigo mismo, siendo lo que unos es, podrá la raza humana SER entre los otros…
15 de febrero 2008
sábado, 6 de septiembre de 2008
FUEGO
Tras la gota de humo que marcó las horas, desvaneciose el último contraste de tu piel contra la mía. La presión se agolpaba entre mis sienes contagiando al viento con tu nombre.
Las brasas se removieron al tiempo que en mi interior se desbocaba el llanto que no conocería el mundo, el odio condenado a marchitarse tras mis ojos. Y pensé entonces que nada había tenido sentido; sintió mi cuerpo el contacto de una piel distinta; el sopor se metió en mis ojos mientras mi lengua adormecida buscaba las palabras.
La oscuridad se ocultaba tras de mi espalda; frente a mí el crepúsculo se dibujaba sensual; insinuando con su cuerpo el gozo que el mundo me negaba. Deje que mi esencia se desvaneciera entre sus manos. Palmo a palmo me recorrió con su mirada. Transfigurada, vuelta mujer, me perdí rodeada con su cuerpo, mientras la noche contemplaba la consumación de mi tristeza.
Vuelta ceniza el fuego limpió mi alma.
19 de marzo 2008