Emerge trás el velo de las nubes,
incita mi deseo -quiero beberte-,
la piel sufre,
el olfato me lleva hasta tu cuerpo.
Están cayendo gotas de sueños en mis ojos,
el sabor de tu tristeza resbala en el silencio,
la sangre en estas manos crea surcos,
tu corazón -dulce manjar- ya no palpita.
Yace tu figura bajo mi sombra,
te contemplo antes que las nubes me descubran.
Tu sabor queda adherido a mi recuerdo.
domingo, 30 de septiembre de 2007
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