Antes de ti, nada era cierto.
Las flores se marchitaban a mi paso
y la sombra del día me negaba su ternura.
Antes de ti, mi silencio producía espanto entre los vivos
y mi tristeza vagaba por el mundo.
Amor, antes de ti, todo era malo,
sin tu presencia el mar no devolvía mis palabras
y el viento se llevaba hasta mis lágrimas.
Ahora estoy en ti y el cielo se caído entre mis manos;
el fuego ha consumido las células malignas
y hasta mis noches se han teñido con tu nombre.
Amor, después de ti no quedará rastro de la lluvia,
sólo mi cuerpo enredado con tu sombra…
06 agosto de 2008
No hay comentarios.:
Publicar un comentario