La tarde ondula,
cambia de piel,
acaricia la sombra de los árboles.
Pone su voz al servicio de las flores,
tibia humedad es al instante.
Caen semillas fecundando al polvo,
la lluvia posándose en las ramas rompe el silencio.
La tarde ondula,
pesada arrastra las cadenas de la noche.
jueves, 5 de febrero de 2009
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