¿Qué se hace a la hora de morir?
¿Se vuelvela cara a la pared?
¿Se agarra por los hombros al que está cerca y oye?
¿Se echa uno a correr, como el que tiene
las ropas incendiadas, para alcanzar el fin?
¿Cuál es el rito de esta ceremonia?
¿Quién vela la agonía?
¿Quién estira la sábana?
¿Quién aparta el espejo sin empañar?
Porque a esta hora ya no hay madre y deudos.
Ya no hay sollozo.
Nada, más que un silencio atroz.
Todos son una faz atenta, incrédula
de hombre de la otra orilla.
Porque lo que sucede no es verdad.
Rosario Castellanos, Poesía no eres tú. Obra poética: 1948-1971, Fondo de Cultura Económica, 1972.
esa perlucha
ResponderBorrarcuando vuelves al taller
no se haga
ciao