11.10.2007
La novelista británica Doris Lessing, nacida en Persia y que este mes cumple 88 años, fue galardonada hoy con el Nobel de Literatura de este año. Lessing ya había sido distinguida en el 2001 con el Príncipe de Asturias.
La imagen más difundida de la autora de “El cuaderno dorado” (1962), considerada la biblia del feminismo británico, es la de una liberal a ultranza. En cierta etapa de su vida abrazó incluso ideas comunistas.
En muchas de sus más de cincuenta novelas, la considerada hasta ahora “única candidata seria británica al Nobel” critica repetidamente el trato de los blancos a los negros, relatando sus experiencias en Rhodesia (hoy Zimbabwe).
En 1925, su padre, ex oficial británico gravemente herido en la I Guerra Mundial, emigra con la familia a Rhodesia atraído por las promesas de hacer fortuna con una finca y el cultivo de productos agrícolas.
Los relatos de Lessing de esa etapa de su vida son ambivalentes. Tres elementos desempeñan un papel fundamental: la rígida educación particularmente de su madre, el descubrimiento de las bellezas de la naturaleza del sur de África y los horrores de la segregación y discriminación raciales.
La novelista británica Doris Lessing, nacida en Persia y que este mes cumple 88 años, fue galardonada hoy con el Nobel de Literatura de este año. Lessing ya había sido distinguida en el 2001 con el Príncipe de Asturias.
La imagen más difundida de la autora de “El cuaderno dorado” (1962), considerada la biblia del feminismo británico, es la de una liberal a ultranza. En cierta etapa de su vida abrazó incluso ideas comunistas.
En muchas de sus más de cincuenta novelas, la considerada hasta ahora “única candidata seria británica al Nobel” critica repetidamente el trato de los blancos a los negros, relatando sus experiencias en Rhodesia (hoy Zimbabwe).
En 1925, su padre, ex oficial británico gravemente herido en la I Guerra Mundial, emigra con la familia a Rhodesia atraído por las promesas de hacer fortuna con una finca y el cultivo de productos agrícolas.
Los relatos de Lessing de esa etapa de su vida son ambivalentes. Tres elementos desempeñan un papel fundamental: la rígida educación particularmente de su madre, el descubrimiento de las bellezas de la naturaleza del sur de África y los horrores de la segregación y discriminación raciales.
El despertar de una rebelde
A los catorce años, hastiada de la educación autoritaria y anunciando ya la rebeldía en su alma, Lessing abandona el colegio de monjas al que iba y comienza a trabajar como asistente en una clínica. Pronto comienza también a escribir sus primeros relatos, en los que refleja las experiencias de desengaños amorosos.
A los 17 años, como se esperaba de ella, se casa con un granjero, con el que tiene dos hijos. El matrimonio es de corta duración: a los 23 años, en 1943, plena II Guerra Mundial, se divorcia y, a través de relación con el fervoroso izquierdista alemán Gottfried Lessing, se aproxima a grupos de ideología comunista.
En 1944 se casa con Lessing, que más tarde representaría a la República Democrática Alemana como diplomático en África, con el que tuvo su tercer hijo. En su autobiografía, Gregor Gysi, sobrino de Doris Lessing y hoy líder del partido de izquierda alemán Die Linke, la describe como una “mujer introvertida”, que “irradia una gran inteligencia” y da la impresión de ser “muy tímida”.
Doris Lessing publica su primera gran obra en 1950, "Vencida por la sabana", que la catapulta de inmediato a la fama. En 1954 se desengaña del comunismo y lo abandona, transformándose luego en una de sus más duras críticas, decantadas en “Canta la hierba”, una novela sumamente política.
Desilusiones y confesiones
En una entrevista, Lessing dice que hoy es muy intolerante con las ideologías, porque “pertenezco a una generación de grandes sueños, de utopías de sociedades perfectas, pero que han terminado en baños de sangre”.
En 1956, Sudáfrica y especialmente Rhodesia le prohíben el ingreso. En 1962 publica su novela más conocida, "El cuaderno dorado", que la convirtió en un icono del movimiento feminista, para gran sorpresa suya: “la cuestión de que un libro pueda cambiar la vida de una persona sólo puede significar que alguien está dispuesto a transformarse y el libro el sólo el detonante.”
En 1995, con 66 años, regresa a Sudáfrica para visitar a la familia que aún tiene allí y dar a conocer su autobiografía. Entonces, los vientos de la historia ya habían cambiado: es acogida con brazos abiertos, justamente por haber tratado los temas que cuarenta años antes le habían valido la expulsión.
De “Un paseo por la sombra”, una autobiografía de 1997, podría deducirse que a Doris Lessing ya no mucho la sorprende, pero interiormente reacciona como un fino sismógrafo. La clave para la comprensión de su vasta obra es quizás su respuesta a la cuestión de cuánta realidad contienen sus obras: “Es imposible describir la vida de un escritor, porque lo real en él no puede escribirse”.
Pablo Kummetz
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