El lobo acecha,
mientras avanza la noche en la ciudad el hombre sufre en sus disfraz de bestia.
Recorren ambos la soledad de asfalto,
el instinto los domina,
las sangre les está llamando.
El hombre dese el final,
el lobo inmortal sufre.
Un gozo secreto les inunda cuando otros latidos culminan en sus manos.
jueves, 11 de octubre de 2007
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