Un hasta siempre,
suplicar por una lágrima,
mirar en el espejo las palabras,
dejar atrás las mentiras,
el dolor que surge cuando no estás,
cuando el sol no acaricia tu sonrisa...
No eres mío,
no viviras jamás junto a mis manos,
y no sé si es un absurdo,
no sé cómo he podido amarte así de pronto,
no sé cómo has llegado,
matandome infinitamente con tu alma...
Ya estoy aquí,
de nuevo,
esperando no alcanzarte,
condenada a amar por siempre tu silencio...
31 DE DICIEMBRE 2006 1:20 AM
sábado, 6 de enero de 2007
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario