Entrega tu piel,
lúcela esta noche.
Destruye el raciocinio de mis labios,
la fría respuesta de mi templo,
las flores naciendo entre mis poros.
Enciende fuego,
sol,
volcanes,
géiseres invencibles en mi vientre.
Demonio inasible,
cuerpo incoloro,
ángel desvalido,
mariposa de otoño,
flor de Marte,
suspiro de las olas.
Entrégame tu piel,
regálame está noche…
Púes este es el poema que llevé hoy al taller, como esperaba le hace falta otra checada y uno que otro ajuste, así que pronto les tendré la nueva versión...
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