La nube cubre el latido de tu cuerpo,
viajan mis ojos con tu ausencia,
atan el último aroma de tu risa.
Estoy aquí sin saber en dónde estoy,
la madrugada grita entre los arboles,
mi llanto seca las calles,
rompe el encanto del infierno.
Afuera el mundo exacto corre,
en mi cuerpo tu ausencia se hace grande.
Un trozo de noche me acompaña
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