miércoles, 16 de mayo de 2007
INALCANZABLE
Es él en las tardes el diluvio que trastorna las palabras,
pan
dolor
calma,
sosiego de las noches sin prozac.
Es llanto que interrumpe sueños,
forma manchas de sal entre la tierra,
perfecto,
lúcido,
eterno.
Vierte dolor en el regazo de mi cuerpo,
enciende luto en la aureola de mi sangre.
Sus labios son prolongación de mi deseo.
¡Viva por siempre su sonrisa en los límpidos espejos que le cubren,
viva su piel siempre lejana a mis palabras,
y que mis labios de pecado no le alcancen!
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