El lunes estuve un rato en la biblioteca, dos horas; en realidad estuve tanto tiempo ahí porque esperaba que el centro de cómputo se desocupara. Aproveche y me puse a leer “Memoria del tigre” de Eduardo Lizalde. Fue demasiado sorprendente pasar largo tiempo leyendo sus poemas por varias razones. La primera: tengo terribles problemas de concentración y nunca consigo leer en un lugar donde hay muchas personas; la segunda razón: leo muy poca poesía. El punto es que me gustó el estilo de Lizalde. De este libro –en realidad es una antología- decidí leer “El tigre en la casa” (1970), fue una experiencia distinta; disfrute mucho esos poemas. En especial la manera en que el embrujo del amor y la rabia, el rencor, del desamor se conjugan. No sé mucho de poesía, pero Lizalde consigue transmitirnos toda la visceralidad con la que confecciona sus poemas. Un poeta muy recomendable, para insultar-olvidar al ser que alguna vez amamos.
jueves, 17 de mayo de 2007
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