Bajo el rostro de la noche tu cuerpo lanza mariposas
tus ojos, sustancia de la lluvia,
danzan bajo la luz de mi silencio,
acuáticas manos desembocan en tu vientre,
entero tu cuerpo va amoldándose a mi cuerpo.
El sonido de tu piel inunda el océano de mis labios,
la brisa se detiene al sentir géiseres naciendo,
una palabra,
un destello del tiempo,
frío y fuego fundidos en la niebla,
silencios,
gritos,
fugaces estrellas brotando entre dos cielos.
Se acaba la noche de esperas y diluvios
marchita entre el destello de miradas que culminan,
errante entre dos ríos de aguas que dormian...
Sucumbe el oceáno ante tus ojos nocturnos y tus labios...
17 de diciembre de 2007
No hay comentarios.:
Publicar un comentario